TERAPIA DEL SONIDO

Partimos del principio científico que todo lo que existe está en constante vibración, que cada órgano, cada célula del cuerpo vibra. Por otro lado una emoción, un estado de ánimo, un sentimiento o un pensamiento implican también una vibración. Esta emoción, pensamiento o sentimiento deja una huella en el cuerpo. Si el estado emocional es negativo y no es liberado y sanado, el cuerpo lo guarda en forma de memoria o recuerdos con una cierta frecuencia de vibración. Todas las vibraciones que el cuerpo acumula a nivel físico por estados emocionales negativos, por enfermedades, o por acontecimientos traumáticos, …, son vibraciones de baja frecuencia disarmónica con nuestro tono o vibración sana.
Los cuencos están forjados a mano en la región de Himalaya, con una aleación de siete metales como son el oro, la plata, el mercurio, el plomo, el cobre,  el estaño y el hierro.

¿CÓMO PUEDE AYUDARNOS?

Los cuencos tibetanos son instrumentos de curación, relajación, y meditación que nos ayudan a mantener una vibración saludable en todo nuestro cuerpo. Con el sonido se pueden desbloquear tensiones generadas por infinidad de trastornos y problemas mejorando nuestra salud. También conseguimos una armonía y equilibrio y cambiar la conciencia desde un estado alterado de ansiedad y estrés hacia un estado de relajación, induciendo estados de sanación.

BENEFICIOS

Quién ha experimentado un masaje de sonido con cuencos tibetanos se observan grandes cambios,  como más claridad mental, más creatividad, más concentración  y una gran sensación de paz. La persona será más productiva, estará más centrada, más feliz, más tranquila, más equilibrada y con más sensación de paz consigo misma.
A nivel físico, los cuencos se utilizan en la curación de cualquier enfermedad, para recargar nuestro sistema energético, para aliviar el dolor, para eliminar inflamaciones, para estados de angustia, estrés, depresión, tristeza, insomnio e hiperactividad.